Madurar la libertad
- Juan Francisco Rodriguez Rodríguez
- 11 jun
- 1 Min. de lectura

Hay cosas a las que hay que decirles: ¡No!
Y no porque no seamos libres y capaces de escogerlas. La verdadera libertad no solo es afirmativa, también es negativa. Incluso, para que nuestro sí sea válido, antes tendremos que aprender a decir no. Nuestro sí no tiene validez sin la posibilidad del no. Solo quien puede negarse es libre. La libertad no es decir caprichosamente sí. El que caprichosamente dice sí manifiesta que es libre de, ese es el primer nivel de la libertad. El que es libre de, es aún un niño, ya nació en la libertad, pero aún le falta madurar; necesita ser libre para. El que es libre para, es capaz de negarse a ciertas cosas, porque es libre para un propósito mayor.
コメント